El 17 de diciembre de 1999 la Asamblea General de las Naciones Unidas designó el 25 de noviembre como el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, en atención a que el 25 de noviembre de 1960 en República Dominicana por orden del tirano Trujillo asesinaron a las hermanas Mirabal.
La decisión de la ONU tiene el objetivo de sensibilizar a los gobiernos, organizaciones civiles, a la sociedad, sobre las formas de violencia que sufren las mujeres en el mundo, desde su sometimiento a la voluntad del varón, su postergación en todos los órdenes, el castigo físico y hasta el feminicidio.
Hay violencia laboral cuando reciben un salario inferior al del varón por una misma tarea o cuando se las posterga por el simple hecho de ser mujeres, y aunque tengan mejor formación académica se las pone bajo la autoridad de un hombre que sabe menos.
También hay violencia cuando las jovencitas que salen a la calle deben agachar la cabeza ante los “piropos”, cobarde forma de acoso callejero porque cualquier energúmeno se cree con derecho a decirles porquerías porque son mujeres, porque no pueden defenderse y porque ninguna legislación las protege de ese normalizado ultraje cotidiano.
El reto que enfrenta esta sociedad es educar y educarse, para que la voluntad de las mujeres se escuche, para superar, por ejemplo, el altísimo índice de adolescentes embarazadas, para brindarles mejores oportunidades a las mujeres de sectores vulnerables.
Y aunque es cierto que las penas por agresiones y feminicidios se han endurecido, aunque se han sancionado leyes contra el matrimonio infantil, aunque la educación comienza a ser más inclusiva, todavía falta mucho para superar una cultura basada en la sumisión de las mujeres a la voluntad del hombre.
En esta fecha especial para las trabajadoras, para las madres, para las estudiantes, para las mujeres de todo el mundo, vaya nuestro respeto y nuestro aliento para que las que luchan por su dignidad continúen avanzando en la construcción de un mundo más humano y sin violencia de género.
Fuente: elcaribe.com.do