LA HABANA (AP) — Mientras en Haití las bandas bloquean y saquean los principales suministros de combustible, la crisis de la gasolina se extiende a la vecina República Dominicana.
A raíz del aumento del precio de la gasolina en Haití, a lo largo de los 391 kilómetros (240 millas) de frontera que separan las dos naciones en la isla La Española ha surgido una industria ilícita de contrabando de petróleo.
Tanto dominicanos como haitianos compran combustible subvencionado a 5 dólares el galón (3,78 litros) en las ciudades fronterizas dominicanas y lo pasan de contrabando a Haití, donde un galón puede alcanzar los 50 dólares.
Esto ha provocado escasez de gasolina, largas filas en las estaciones de servicio y ha duplicado, como mínimo, las ventas en Dajabón, dijo el alcalde de la ciudad fronteriza, Santiago Riverón.
“Esta es una situación preocupante porque no solo los haitianos cruzan para comprar gasolina”, indicó Riverón. “Ahora, muchos dominicanos trafican con gasolina, y eso supone un peligro”.
Como el comercio de productos como la harina, la carne y los huevos entre los dos países se ha reducido a causa de la crisis en Haití, muchos se ha pasado al contrabando.
La situación en Haití se deterioró el año pasado tras el asesinato de su ex primer ministro Jovenel Moïse. Las cosas empeoraron en septiembre cuando su sustituto, Ariel Henry, anunció la eliminación de las subvenciones a los combustibles, lo que duplicó su precio.
Se registraron protestas y la banda más poderosa del país bloqueó la principal fuente de combustible en Puerto Príncipe. Esto, a su vez, provocó la escasez de otros productos de primera necesidad, como el agua potable, coincidiendo con el peor brote de cólera de la nación en años, y ha dejado a hospitales y universidades sin una fuente de energía.
“La escasez y el alza del precio del gas en el mercado negro que ya veníamos viendo no han hecho más que aumentar”, apuntó Diego Da Rin, analista de International Crisis Group.
Jhonny, que reside en la ciudad fronteriza de Pedernales, en el sur de República Dominicana, dijo que las poblaciones más pobres se han aprovechado del aumento de los precios y pasan los días llevando gasolina de un lado a otro de la frontera en moto.
“Muchos llenan sus motocicletas en la gasolinera, luego se van a casa, la sacan y acumular galones”, aseguró Jhonny, que pidió ser identificado solo por su nombre.
Hace apenas dos semanas, las fuerzas fronterizas dominicanas anunciaron la incautación de cerca de 2.700 galones (10.200 litros) de combustible que estaba entrando de contrabando en Haití en una única redada. Ramón Pérez Fermín, viceministro de Comercio Interior, señaló que este tipo de incidentes han aumentado en intensidad en las seis últimas semanas.
El funcionario dijo que esta situación supone una gran pérdida económica para su país, ya que el gobierno ha invertido grandes cantidades de dinero para rebajar el precio de los combustibles tras la invasión rusa de Ucrania.
Solo en los nueve primeros meses del año, el ejecutivo caribeño pagó más de 574 millones de dólares en subsidios en el sector, más del doble de la inversión total de 2021, agregó.
“El gobierno está subvencionado unos combustibles que ni siquiera van para República Dominicana”, afirmó. “No terminan en manos del consumidor dominicano”.
El presidente del país, Luis Abinader, dijo la semana pasada que prohibió el paso de vehículos de dos ruedas por la frontera en un intento de frenar la creciente red de contrabando, y apuntó que la cerraría en caso de una intervención internacional en Haití, algo que el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas discutirá el lunes.
El año pasado, el mandatario inició la construcción de un muro fronterizo, una medida que, según su gobierno, mejorará la seguridad.
Pero Riverón, el alcalde de Dajabón, y otros funcionarios sostienen que la única solución real a una crisis real que siguen con creciente preocupación es una intervención internacional.
“La solución está en manos de las autoridades internacionales”, indicó Riverón.
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El periodista de The Associated Press Martín José Adames Alcántara en Santo Domingo contribuyó a este despacho.