Presenta “Ojos rojos”, nueva canción inspirada en un hit de Bad Bunny y con la que adelanta su próximo álbum. También habla de su colaboración con Bizarrap y recuerda a Los Cangris, su dúo histórico con Daddy Yankee
San Juan de Puerto Rico, enero de 2002. Aunque la idea era montar dos motos en llamas, apenas les pudieron conseguir un par monopatines eléctricos algo desvencijados. El manager se aireó con el encargado de los vehículos, al nivel de apoyarle una pistola sobre su frente para que se mueva y obtenga lo que se le había requerido. Pero a ellos les pareció simpático atravesar así el puente Dos Hermanos, brazo de cemento que une a la elegante comunidad de Condado con el tradicional San Juan Antiguo. Entonces, Nicky Jam y Daddy Yankee le sonrieron al representante y le pidieron que bajara el arma, que estaba todo bien.
Así se los ve en el videoclip de “En la cama”, a esta altura un clásico absoluto de la primera ola global del reggaetón y que pertenece al primer disco de Nicky, Haciendo Escante (2001). Pendencieros y arrogantes, le actúan al ojo de la cámara que viaja en la caja de una camioneta y los capta mientras van rapeando esa rima tan insolente como imborrable: “Quiero la combi completa: chocha, culo, teta”.
Cuando Teleshow le pide a Nicky Jam -nacido hace 41 años como Nick Rivera Caminero en Massachusetts, Estados Unidos- su recuerdo más vívido de Los Cangris, el dúo sensación que formó junto a su “hermano” DY, su mente viaja 20 años para atrás. “La primera imagen que se me viene a la mente cuando tu me dices Los Cangris es cuando estábamos haciendo ese video, en el puente, con las dos bicicleticas. Ese es el momento en que yo dije: ‘Guau, estos tipos son dos locos’”, rememora y se ríe de sí mismo y de su mitad. “Fue un momento épico en nuestra historia”, dice.
Al mismo tiempo, a la hora de considerar cuál cree que es su canción definitiva, hace mención a la misma. “Porque siempre necesitás la combi completa”, vuelve a reírse, ahora con picardía. “Tiene 20 años y todavía suena mucho si la pones junto a las canciones de hoy día. Y además, es la canción que revolucionó las calles, el reggaetón. Me encantaría saber cómo se escucharía ‘La combi completa’ en el próximo siglo”, aventura desde Miami, vía Zoom, en un set montado especialmente. Aunque se lo ve y escucha bastante relajado, casi aburrido de la rutina de atender a la prensa, su pierna izquierda va en otra dirección: imparable y ansiosa contra el piso, dando taconeos cortos y constantes con sus zapatillas blancas.
Si hablamos de canciones con Nicky Jam, mejor volver a este presente. Tiene entre manos una nueva, que se llama “Ojos rojos” y es el primer adelanto de su próximo álbum, a editarse este año y del que promete estar trabajando en “estilos de música que yo nunca había hecho”. “La hicimos hace un par de meses. Tiene un ritmo sabroso, un coro que lo tienes que cantar y que es bien pegajoso, tiene una intro parapelo. Tiene ese color que a la gente le gusta de Nicky Jam, como el tema ‘El perdón’ o ‘El amante’”, describe el reggaetonero en tercera persona y la pone a la altura de hits de su repertorio.
“Lo que vayas a escuchar en mi próximo álbum no se parece en nada a ‘Ojos rojos’”, confía. “Yo no sé si ‘Ojos rojos’ cae como reggaetón o como una canción pop, no sé ni que ponerle. Dejé que la gente le ponga el label del estilo de la música. A mí me fascina y siento que tiene esa esencia de Nicky Jam: lo que enamoró a la gente de Nicky Jam, esa canción lo tiene”, insiste sobre esta historia que habla de las lágrimas que le deforman la mirada a una chica después de pelearse por enésima vez con su novio. Y de un narrador -presumiblemente Nicky- que se postula como un héroe que no dudaría un segundo en desenfundar para defenderla.
“Ya no soy maleante como antes, pero si se pone bruto que se aguante / Y si una vez más vuelve y te controla, salgo a la calle contigo y la pistola...”, canta en el mismo momento en el que entra una percusión dirty que le da otra textura al tema. Ahí también se cruzan el pasado personal (ver la serie Nicky Jam: El Ganador) y la actualidad clean del artista. Al hacerle notar ese detalle, Nicky se despereza y se reincorpora en su silla. “¡Me gustó que te dieras cuenta de eso! Creo que esa es mi parte favorita del tema. Ahí, la percusión cambia a una más reggaetonera, más callejera. Viene siendo un reggaetón urbano, más comercial, pero cuando llega a esa parte (canta): ‘Yo no soy maleante como antes’, la batería se pone más pesada”, explica.
—¿Cómo te involucrás en las decisiones de producción de tus temas?
—A mi me gusta siempre poner mi input, me gusta ser parte de las producciones. Esta canción ya tenía todo listo, pero cuando escuché esa parte, pensé en la batería que usó Bad Bunny en ese tema (canta “Yonaguni”): “Shorty tiene el culo bien grande...”. Esas baterías son muy clásicas del reggaetón de Puerto Rico. Entonces le dije al productor mío que me diera esas baterías, porque todas esas baterías están en una librería. Eso ya existe, se usó para miles de canciones de la vieja escuela. Entonces lo metimos en esta parte y quedó perfecto, porque se siente la calle. Le da como ese feeling y luego vuelve otra vez a la canción comercial. Fue una idea de producción mía, conmigo metiendo mi sazón callejero, mi vieja escuela.
—¿Y la letra? ¿Cómo te resulta cantar hoy sobre escenas de tu pasado turbulento?
—Esta canción la escribió un muchacho que se llama Vicente Barco (Vibarco), el pana tiene mucho talento, ha hecho varios éxitos en el género. Me la presentó, a mí me encantó y le metimos caña. Claro, yo no soy el loco que era antes, pero si te pones bruto... ¡haz lo tuyo para que aguante! (se ríe). No te metas fresco con el nene, que el nene todavía la tiene. Uno se va de la calle, pero la calle nunca se le va a uno.
—Recién decías que en esta nueva canción utilizaste un elemento muy visitado en la historia del reggaetón. Entonces, ¿por dónde creés que pasa hoy el desafío de seguir haciendo este género?
—Uno no puede estancarse en un estilo de música. Uno tiene que hacer canciones que sean agradables para los oídos de la gente. Si Rauw (Alejandro) no se hubiera dejado llevar por su instinto de sacar un tema como “Todo de tí”, y se hubiera dejado llevar por esa mentalidad de reggaetón, no hubiera tenido ese gran éxito que lo ayudó y lo convirtió en la estrella que es hoy en día. Yo no tengo esas reglas. A mí me encanta el reggaetón y siempre voy a empujar por el reggaetón. Yo soy arquitecto de esta música, vengo de la vieja guardia. Pero yo digo que música es música, vamos a hacer música, no nos estanquemos, no nos encasillemos en que lo que es pop y lo que es reggaetón, lo que es comercial, lo que no es comercial... Porque si Farruko hubiera sacado “Pepas” en un tiempo en donde el reggaetón era underground, y se lo hubiera enseñado a sus amistades, a lo mejor no se la daban y le decían que no sacara eso. Y mira el éxito grande que sacó. Sí, sí queremos la esencia del reggaetón. Sí queremos que la gente baile y no se vaya la esencia del reggaetón. Pero no podemos encasillarnos en un estilo como tal, un artista tiene que hacer todo. Hay que sacar música que erice la piel, que le guste a la gente sin importar el estilo, yendo simplemente para dónde me lleve la energía de la pista, del instrumental, ¿sí me entiendes?
—La “BZRP Music Sessions #41″ es quizás el mayor éxito de tus últimos años. ¿Cuándo fue la primera vez que escuchaste de Bizarrap y cómo fue trabajar con él?
—La primera vez que lo escuché a él fue con Nathy Peluso, vi ese video y me encantó. Me acuerdo que estaba en un edificio de Marc Anthony, estábamos compartiendo... Él tenía eso en el altavoz y yo dije: “¿Qué es esto?”. El video era una cosa normal, en un estudio de grabación, con una luz... Algo que yo nunca había visto antes. Nunca se me había ocurrido colaborar con él, hasta que mi manager me lo propuso. Y yo dije: “Pffff, vamos”. Nos encontramos en Miami, hicimos el seteo que él tenía en su estudio. Mucha gente pensó que yo fui a Argentina a grabar, que me hubiera encantado, pero no. Y fue espectacular. Yo no sabía que eso se iba a pegar tanto, fue una locura. Esa canción es un fenómeno y me encanta porque demostré todas mis facetas: cómo rapeo, cómo canto, rapeé en inglés, en español... Hice de todo y me la dieron, que es increíble, porque el público de Bizarrap no escucha cualquier música, es muy selectivo. Con esto me di a conocer y me di a respetar como MC ante la nueva ola de Argentina, que tiene un talento increíble. Que hayan visto a este viejito de 40 años que oyó ese ritmo y lo partió en cantos, para mí es una bendición.
Fuente: INFOBAE