Todos los integrantes de la red criminal de lavado de activos y narcotráfico internacional vinculados a la Operación Falcón, operaron en cuatro territorios del país, fijando residencias en los sectores más exclusivos de Santiago, Santo Domingo, La Altagracia y Miches, provincia El Seibo.
Cada quien con su tarea clara y utilizando la violencia y la intimidación para obligar a dueños de dealers, contadores públicos autorizados a abogados trabajar para la organización.
El centro de mando de la red de narcotráfico internacional y lavados de activos estaba en Santiago. Allí operaba el grueso de organización, entre ellos: María Olimpia Taveras Rodríguez (la Princesa de la cocaína), residente en el sector La Esmeralda; Víctor Elpio Altagracia Paulino Herrera (El Gordo), en Cerro Hermoso; Lennín Vladumir Torres Bueno, Urbanización Thomén; Delfina Asunción Polanco, El Ensueño; José Miguel Castillo Taveras (Migue) y Elva Teresa Polanco, La Zurza II; Juan Carlos Durán Rodríguez, La Española y Juan Antonio Taveras Rodríguez, El Embrujo.
El municipio de Miches es de vital importancia para la organización porque era el territorio de los “más duros” de la Operación Falcón y por donde llegaba la cocaína vía marítima desde Colombia y luego redistribuida a otros puntos del territorio, Estados Unidos y Europa.
Miches era controlado por: Adolfo Antonio Torres (Tony, El Presidente), en sector Borinque; Julio César Jiménez Taveras, Raúl Antonio Castro Mota, en mansión ubicada en extensa finca en Salto de Jalda y Angélica María Maldonado Peralta.
Santo Domingo era la sede de operaciones de Juan Maldonado Castro (Marcial, El Líder), exdirector de Comunidad Digna, residente en Los Cacicazgo; Yana Iris Maldonado Castro, El Vergel; Ana María Collado Marte, El Millón; Erick Fernando Méndez Gómez, Las Palmas de Alma Rosa (SDO) y Felipe Espino Germán, en Herrera.
En la provincia La Altagracia estaban al mando, Luis Daniel Nieves Bautista, residente en Bávaro; Juan Bautista Carpio Reynoso, Higüey y José Alejandro de la Cruz Morales, en Punta Cana.
Fuente: n.com.do