El presidente Luis Abinader desarrolla una dinámica de trabajo que por su intensidad llama la atención, y es que en los primeros 67 días a cargo de la Administración ha visitado ocho demarcaciones territoriales. Durante su concurrencia a las regiones o provincias, combina acciones propias de su función y se reúne con los dirigentes de su Partido Revolucionario Moderno (PRM).
Asimismo, el gobernante muestra una línea de apertura con los medios de comunicación y a diferentes actores de la sociedad. Ofrece entrevistas y encuentros con quienes hacen opinión pública a distintos niveles y el pasado martes almorzó con los directivos de los partidos políticos que integran el Foro Permanente de Partidos Políticos de la República Dominicana (Fopppredom), en el Palacio Nacional.
Ante el accionar del presidente Abinader cabe la pregunta: ¿Está el gobernante empeñado en superar la crisis, alentar la economía y al mismo tiempo sienta las bases para una potencial reelección en el 2024?
Las visitas provinciales son los fines de semana, aunque algunas han ocurrido en días laborables, como la de Barahona y Samaná. En el Gran Santo Domingo hizo un recorrido de tres horas en el populoso municipio de Los Alcarrizos. Inició en el Sur con Pedernales, continuó por la línea noroeste, Montecristi, siguió con la segunda provincia más importante del país, Santiago; y luego estuvo en San Pedro y en el Nordeste, a Samaná. Antes había visitado Hato Mayor, muy castigada por la tormenta Laura.
Una característica de las visitas del gobernante es que no son a “vuelo de pájaro” sino que se toma su tiempo en cada lugar. A Santiago le dedicó de viernes a domingo, a Pedernales, un fin de semana, sábado y domingo.
Aunque el gobernante lleva promesas y soluciones a cada una de las provincias que visita, a Santiago le dio un trato especial. A esa provincia trasladó el gobierno en pleno y allí encabezó el primer Consejo de Ministros y tuvo palabras de elogio: “Le faltaba mucho cariño a Santiago”. En esa provincia recorrió varios sectores, cenó en casa del empresario Manuel Estrella y visitó la calle El Sol, la principal arteria comercial más tradicional.
En Pedernales sostuvo encuentros con representantes sectoriales y dirigentes del PRM. Prometió varios proyectos turísticos bajo la modalidad alianza público-privadas y obras sociales como la reconstrucción del hospital.
En Montecristi prometió desarrollar el Puerto de Manzanillo también bajo la modalidad público-privada y convertirlo en un centro logístico de la región del Caribe. En Samaná Abinader dejó iniciados los trabajos de reconstrucción de 5.8 kilómetros del acceso vial del tramo Limón-Playa Morón y Ramal-Punta Lanza, puso en funcionamiento una Planta de Tratamiento Aguas Residuales y garantizó empleos para la provincia.
Presión por empleos ha bajado
La demanda de sus propios seguidores hizo algún ruido en las primeras semanas de su gestión, pero aparentemente ha logrado atenuarla.
De hecho, en las últimas semanas hay reportes de cancelaciones masivas en el gobierno. Probablemente los principales directivos han sido colocados en puestos del Estado. Pero Abinader advirtió que el Estado no es un botín y que es el presidente de todos los dominicanos.
Buena imagen
Además de las visitas provinciales, Abinader ha tomado decisiones e iniciativas que mejoran su imagen ante los votantes. El gobernante anunció recientemente que donará su sueldo durante los cuatro años que abarcan su periodo presidencial y ha sido consistente en su discurso de que instituciones como la Junta Central Electoral (JCE) y la Cámara de Cuentas estén constituidas por personas sin militancia política partidista. Otras acciones que muestran el lado más sensible del gobernante fue su decisión de otorgar pensiones a los cañeros que llevaban años haciendo protestas para exigir un pago por los años de trabajo en los ingenios azucareros. Pero además de iniciativas, el gobernante también ha echado para atrás cuando se trata de medidas impopulares como la propuesta de nuevos impuestos propuestos en el presupuesto del 2021. La iniciativa generó una avalancha de críticas y el gobernante dirigió el discurso de mayor peso a la nación para dejar sin efecto su propuesta.
¿Buscaría una reelección?
Quienes observan el accionar del Presidente entienden que sin impedimento constitucional para presentarse a la reelección, su dinámica y empeño en cumplir sus promesas de campaña, con el liderazgo casi absoluto de su partido y la oposición dividida, podría estar sembrando las bases para una reelección en 202.
Fuente: elcaribe.com.do